Debemos nuestro nombre, restaurante La Palma, a la histórica zapatería que ocupó este local durante casi un siglo.
Pero antes, este local también olía a buen café y bollo de mantequilla: lo que en 1830 se inauguró como una pastelería, acabó siendo uno de los cafés más míticos que se recuerdan en Bilbao, el Café Suizo.
Queremos tomar el testigo del trabajo bien hecho y seguir homenajeando a la historia del comercio local.